RESPONSABILIDADES POLÍTICAS YA

jueves, 13 de mayo de 2010

Colaboración

Recibimos en nuestro correo, una colaboración de Dimisioneitor.
Curiosa e interesante su propuesta final.

Estamos asistiendo estos días en la prensa a la cascada de noticias emanadas de la ruptura del pacto de Gobierno PA-PP en nuestro Ayuntamiento de San Fernando que ha propiciado que nuestro actual alcalde lo siga siendo pese a contar con el apoyo de únicamente una minoría de concejales de la corporación (8 de 25). Es destacable el apego del mismo al cargo, tanto que seguramente obligará a llamar al ebanista para restaurar la marca de sus uñas de la madera de la mesa del alcalde una vez deba abandonarlo definitivamente, más tarde o más temprano.

Entretanto el PSOE, dado que no cuenta con los votos suficientes para instar una moción de censura, tiene previsto solicitar la convocatoria de un pleno extraordinario donde se votará una moción no vinculante que ponga de manifiesto la conveniencia de que nuestro alcalde dimita. Ello obligará al PP a retratarse y quedar mal o mal. Si se abstiene o vota en contra porque había exigido su dimisión como condición para seguir en el gobierno municipal; y si vota a favor porque resulta que lo han estado apoyando todos estos años hasta ayer mismo, en que recibieron la orden de ruptura para preparar el aterrizaje de otro incombustible del cargo y sueldo público: nuestro inefable Antoñito Moreno. Otro, que el día que se declaré la república socialista aspirará al puesto de secretario general del partido comunista, tras haber desarrollado una seria alergia a la tiza.

Visto que todo se ha perdido, incluso el honor, la vergüenza torera, y hasta un mínimo de dignidad, cabe preguntarse qué une a la persona al cargo. Y la respuesta es simple y sólo tiene cinco letras, aunque en este caso más que letras son cifras: los 65.408 € que cobra al año el alcalde por no ocuparse de llevar a cabo las más mínimas medidas de control (policía dixit) que hubieran evitado un desfalco en la caja municipal de casi ocho (con “o” de “Oh, Dios mío”) millones de euros.

Vista la escasa dedicación de nuestro actual alcalde a la vigilancia de los intereses públicos de su pueblo (el primero de ellos debiera ser evitar que te roben en tus narices el dinero de los impuestos que tantos esfuerzos cuesta pagar a la mayoría de los isleños), entiendo que el sueldo debería ser acorde a la misma y, por lo tanto, si una vez aprobada la solicitud de dimisión del alcalde, éste no dimitiera, lo procedente sería convocar un pleno donde se propusiera la rebaja de la cuantía del sueldo que perciben él y el resto de concejales a la de un mileurista hasta tanto en cuanto el puesto no vuelva a ser ocupado por un alcalde que cuente con el respaldo mayoritario de sus conciudadanos.

A la fuerza ahorcan.........; igual le entraban unas ganas terribles de volver a ocupar su puesto de funcionario público en el Ayuntamiento, que tanto esfuerzo le costó conseguir.

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